Si nos alimentamos de manera ligera y poniendo en práctica algunas sencillas pautas de comportamiento, nos saciaremos por más tiempo y evitaremos la tan temida ANSIEDAD POR COMER y sus posteriores sentimientos de culpa.
- No tener el estómago vacío por más de tres horas nos ayuda a mantener un nivel adecuado de glucosa en sangre y evita los bajones.
- Incluir siempre en el desayuno una fruta, un lácteo y cereales integrales.
- Si tenemos un ataque de hambre, tomemos una deliciosa manzana.
- Evitar el estrés: la relajación es fundamental para controlar los ataques de hambre.
- Comer despacio masticando lentamente: la sensación de saciedad llega al cerebro a los 20 minutos de haber comido.
- Mejor una pieza de fruta que un zumo: la fibra aparte de beneficiosa, nos produce sensación de saciedad.
- Evitar E-621 (glutamato monosódico) y similares: abre artificialmente nuestro apetito.
- Mantener altos nuestro niveles de serotonina: una o dos onzas de chocolate negro al 70% de cacao nos ayudará y alegrará nuestra vida.
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